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Veinticuatro costaleros han portado la devoción al Cristo de Medinaceli por las calles de Puertollano en una espléndida tarde de Miércoles Santo que ha contribuido a que sean muchas las personas que han acompañado a una de las imágenes de mayor fervor de la ciudad.

Una procesión que partía desde las siete de la tarde de la Parroquia de la Virgen de Gracia y que en esta ocasión ha modificado su itinerario como consecuencia de las obras de la calle Ancha.

Un cortejo que fue abierto por la Agrupación Musical Discípulos de San Juan y en el que también participaron las cofradías del Niño Jesús, Jesús Resucitado, Virgen de los Dolores y Santo Descendimiento con sus tambores.

El olor a incienso anunciaba la llegada del Nazareno de túnica morada escoltado por agentes de la Policía Nacional, que se venera durante el año en su capilla de la calle Cruces y que desde hace varias generaciones cuenta con gran cariño de los puertollanenses.

La procesión estaba presidida por el párroco de la Virgen de Gracia, Pedro Crespo, una representación de las cofradías y numerosos devotos del Cristo con vela en mano. Fue cerrada con las marchas procesionales de la Agrupación Musical Pasión y Muerte de Sabiote (Jaén).

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