Como cada Octava de la Ascensión cientos de puertollaneros han compartido la fiesta del Santo Voto, la única de Interés Turístico, que ya saborean en sus hogares el guiso elaborado desde la madrugada en casi una treintena de ollas.
Tras la función principal de la Virgen de Gracia, el párroco Pedro Crespo era el encargado de bendecir el mantel elaborado para la ocasión por las mujeres de la Asociación Santa Agueda, así como el guiso que guardaba el sabor y calor en una olla del Santo Voto de cerámica, como se hacía en antaño, y la alcaldesa comenzaba el reparto de los 6.000 tuppers entre las cientos de personas que aguardaban impacientes durante toda la mañana.
Dos jornadas de amplio dispositivo que ha culminado a la una de la tarde con el inicio del reparto de las raciones de estofado, dos por cabeza, que en pocos minutos volaban, ya que eran numerosas personas las que aguardan para conseguir el guiso en una larga hilera hasta el Pasaje de El Bosque y es que el tiempo primaveral ha ayudado a una amplia afluencia de público.
Un mensaje esperanzador
Mayte Fernández, en su último acto institucional como alcaldesa, afirmó que el Santo Voto es una buena oportunidad para profundizar en esta tradición, en su mantenimiento y en el mensaje esperanzador de compromiso y que Puertollano consiga sus sueños. “Un día en el que todos los ciudadanos tomamos conciencia que siempre se puede mejorar y que no hay nada ni nadie que pueda con nosotros. Es una fiesta democratizada, que llega a todo el mundo y que democratiza la sociedad de Puertollano”.
Fernández confía en el que vinculo de Puertollano con la Virgen de Gracia ayude a que lleguen buenas noticias y se den los impulsos necesarios para conseguir llevar a la ciudad a lo que queremos ser.
Elaboración desde las cinco de la mañana
La empresa de Jorge Pérez Bayo desde las cinco y cuarto de la mañana ha trabajado en la elaboración del guiso del Santo Voto en 29 ollas en las que se han preparado 1.500 kilos de carne de ternera extra, 1.500 de patatas peladas, 400 kilos de cebolla, comino, sal, aceite y vino blanco.
La carne se ha dejado pochar y dorar hasta que soltara toda el agua, después se han echado las especias y en la parte final ha sido cocida en su propio jugo antes de echarle el agua. Después como ha sido cuestión de tiempo y dejar el guiso a enfriar antes de su envasado.
Productos de la región
Pérez Bayo ha contado con el apoyo de un equipo de veinticinco personas, todo el personal auxiliar contratado es de Puertollano y el vino y el pan se han adquirido en Puertollano, “hay que respetar los gustos de cada lugar”, mientras que las carne y las patatas proceden de Toledo. El cocinero aseguró que su empresa realiza unos 450 eventos anuales y siempre que es posible los proveedores son locales, aunque sean más caros.
El cocinero y empresario estaba confiado que el guiso estaría en su punto y para ello se ha documentado de forma previa para seguir al pie de la letra el tradicional recetario que se ha mantenido durante seiscientos años.
