Una placa recuerda el cariño de Puertollano a Antonio Rodríguez Fernández “Antoñito”, junto a la Concha de la Música del Paseo de San Gregorio, un espacio por el que medio siglo transitó, conversó, saludó y sonrió a todo al que encontraba a su paso.
El alcalde, Adolfo Muñiz, ha acompañado a Rosa, madre de Antoñito, al descubrimiento de esta placa que rememora el afecto de toda una ciudad, en un sencillo acto al que han acudido amigos, familiares y compañeros del centro ocupacional de la Fundación Fuente Agria.
Rosa Fernández dedicó este homenaje a todo Puertollano, también a las víctimas de la pandemia a las que sus madres no pudieron ni despedirse, que en palabras de Antoñito lo hubiera calificado “Japutablemente”, como así nombraba todo lo que le agradaba.
Su nombre ya forma parte de la memoria de la ciudad, en el mismo lugar que hizo felices a grandes y pequeños porque como recuerda su madre “él era para todo el mundo”.
