Ni las tasas ni los impuestos municipales subirán en el 2019 y la previsión que maneja el equipo de gobierno es que el presupuesto será similar al de este año y rondará los 46 millones de euros al mantenerse el mismo estado de cuentas de ingresos y gastos.
La concejal de hacienda, Lidia Molina, aseguró que se mantiene el compromiso de la legislatura de no subir los impuestos a los ciudadanos y de adecuar las tasas al coste de los servicios. Todos los años se ha adaptado el tipo impositivo del IBI para que los vecinos no sufran en su recibo por la revalorización o subida del valor catastral por parte del Gobierno Central. Se ha regulado la contribución desde el 2013 desde que partió con el 0,83 y en el 2018 ya ha bajado al 0,6.
El Plan de Ajuste del Ministerio de Hacienda ya establecía que las tasas tenían que adaptarse al coste del servicio, un máximo del 2,8, y durante estos años se ha negociado con la oposición el incremento de determinadas ordenanzas.
En la primera ronda de contacto del equipo de gobierno con los grupos municipales han manifestado su oposición a cualquier elevación de las tasas e impuestos, aunque están abiertos al diálogo antes de que se dictamine en Comisión y al debate final en sesión plenaria.
Adaptación de las ordenanzas fiscales
El equipo de gobierno propondrá a los grupos municipales la adaptación de determinadas ordenanzas fiscales a la nueva realidad y a la normativa, como la actualización al IPC del recibo del agua a propuesta de la empresa mixta, con lo que la subida será de un céntimo por tramo.
También ha previsto ajustar la ordenanza fiscal del cementerio sobre aquellas personas en situación de pobreza a las que se facilitará la sepultura de forma gratuita. “Se venía haciendo y ahora se recogerá”, afirmó Molina.
En la relación de modificaciones también se incluye la relacionada con la ordenanza número 11 del servicio de grúa, en la que se eliminaría la revisión del precio con respecto al IPC, ya que solo se puede hacer con contratos anteriores al 2015. También afectará a la ordenanza número 12 de vado de cocheras, en la que se incluye que los servicios municipales recogerán la placa de prohibición de aparcar una vez que el ciudadano deje de pagarlo.
También se elimina el recargo establecido en la ordenanza 14 en caso que se produzca el retraso sea superior a tres meses en la ocupación de materiales de construcción y andamios.
Además se adecuará el precio que paga Almodóvar por el suministro de agua y se igualaría el precio a 59 euros por el uso de las pistas de atletismo de las instalaciones deportiva.
En relación a la zona azul los vehículos eléctricos y no contaminantes tendrán que contar con una tarjeta de autorización de estacionamiento expedida por el Ayuntamiento para la exención del pago por su estacionamiento. Asimismo el Ayuntamiento no tendrá que pagar el precio público por los residuos generados en las obras ejecutados por servicios municipales y que se depositen en la planta de residuos inertes del vertedero municipal.
En todo caso Lidia Molina ha dejado claro que las modificaciones no conllevarán ninguna subida en el precio del agua en aplicación de los costes de construcción del Ciclo Integral. “Se tratará en el momento que corresponda y cuando los acuerdo estén tomados”.
El presupuesto se mantendrá
El descenso de los presupuestos municipales es la tónica de los últimos años como consecuencia de no incrementarse los ingresos vía impuestos al no tocarse los bolsillos de los ciudadanos, mientras que la incidencia de la implantación de nuevas empresas será a mayor plazo, dadas las bonificaciones que tienen durante cinco años en el IAE e ICIO.
Los presupuestos van bajando, si n hay ingresos no podemos gastar, reduciendo gastos como en el capítulo 1 de personal, gasto corriente y las inversiones porque no hay con qué financiarlas y llegan a través del Gobierno Regional y Diputación Provincial y con recursos propios lo más imprescindible.
