Luis Miguel Ortiz ha pregonado la Feria de Mayo en primera persona, desde la vivencia directa de una celebración que desde niño ha disfrutado, ha compartido y ha gestionado durante los cuatro años que estuvo al frente de la concejalía de festejos.
El periodista Manuel Valero cedió a Ortiz el testigo de pregonero en el Auditorio Municipal ante numeroso público que llenaba el patio de butacas del Auditorio, entre el que se encontraba la viceconsejera de cultura, Ana Muñoz; los delegados provinciales de Fomento y Sanidad, Casto Sánchez y Francisco José García; el alcalde, Adolfo Muñiz, y una amplia representación de la Corporación, empresas, colectivos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Luis Miguel Ortiz, al sonido de un cornetín, ha pronunciado un pregón muy personal, cargado de experiencias personales, desde los años en que su padre trabajaba en el recordado bar Macías hasta cuando fue noticia en el diario Lanza cuando de niño su cabeza se quedó encajada entre las rejas de la Fuente Agria.
Ortiz desgranó sus recuerdos de la noria infantil, de la actuación de Teresa Rabal, el olor a porro en el Palacio Azul, aquel concierto de Camela en el que conoció a su actual pareja o aquella vez que concedió una segunda oreja en una corrida de rejones por culpa del viento.
Cuenca Minera
El pregonero también hizo balance de la intensa labor de participación social al frente de la asociación Cuenca Minera con los récords guiness obtenidos con los calderos gigantes o la repercusión internacional que logró con el reto de elaborar un millar de huevos fritos.
Luis Miguel Ortiz también rememoró su etapa al frente de la concejalía de festejos en la que tuvo como objetivo lograr una buena imagen de la ciudad, más seguridad y confort para los ciudadanos y feriantes. Años del gran prix y de memorables conciertos de Amaral, Sergio Dalma, Alejandro Sanz, Miguel Ríos o aquel que compartieron Los Delincuentes y Los Suaves, en el que en tan solo cuarenta y cinco minutos se acabó por completo la cerveza puesta a la venta.
Una labor, dijo Ortiz, que no hubiera sido posible sin la colaboración de la ciudadanía y de un gran equipo, en un tiempo que se logró recuperar la tradición de los gigantes y cabezudos, la Guerra de la Independencia o impulsar el Santo Voto o la propia feria.
Mayos y danza
Un acto que abrió la asociación “Nacido de la Tierra” que sobre el escenario del Auditorio ha recreado la feria y también ha interpretado los típicos mayos y que han cerrado las alumnas del Conservatorio Profesional “José Granero”, que coincidiendo con el día internacional de la danza han presentado la coreografía “Lenguajes del alma” con la voz de Enrique Morente y la guitarra de Vicente Amigo.