In Economía y Empresas

La Navidad está cargada de buenos deseos y mensajes, en ese constante anhelo que durante estas fechas tenemos de mejorar el estado de las cosas de nuestro entorno más cercano.

Un árbol de los deseos, similar con el que soñaba la pequeña Dulcie en la única novela infantil del Nobel Faulkner, se puede encontrar en Carbono Puro, en la Avenida Primero de Mayo, 46.

Dos árboles con connotaciones tan poéticas, como un peral y un limonero, sirven de soporte para que durante estos días todas las personas que se acerquen a este establecimiento puedan escribir en unas tarjetas todos los deseos que tienen para el próximo año.

 

 

Por cuatro elementos

Buenas intenciones y aspiraciones repletas de ilusión que llenarán hasta el día del Reyes las ramas de estos dos árboles frutales preparados por Jardinería Chacón.

Deseos que después pasarán por cuatro elementos tan fundamentales en nuestras vidas, como el aire, el fuego, ya que todas las tarjetas serán quemadas en una hoguera cuya brasa será rociada con agua, y para que finalmente los restos ya difuminados sean removidos en la tierra.

Una oportunidad para desear, compartir y no perder la esperanza que lo deseado también se puede cumplir.

 

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