Andrés Pérez Vozmediano se mueve con desenvoltura en las miradas con rotuladores, aerógrafos o lapiceros. Si cumple con ese objetivo en las miradas femeninas, aún más en los rostros desgastados por la vida y en su propio autorretrato.
Su primera exposición, que ha llevado adelante convencido por familiares y amigos, recoge un recorrido por su personal hiperrealismo en la Casa de Baños hasta el 28 de febrero. En su apertura ha estado acompañado por la concejal de festejos, Celia Villaverde, y esos mismos amigos que le han empujado a compartir su obra.
Del poco tiempo libre que saca de su habitual tarea en un taller de chapa y pintura ha ido poco a poco aprendiendo, haciendo bocetos hasta hacer realidad retratos o elementos inertes que ha descubierto por medio de internet.
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El tiempo es limitado, tiene otras aficiones a las que atender, pero ahora en invierno es el período idóneo para adentrarse de lleno en la pintura, de quitarse horas de sueño, a la búsqueda de una mirada, de unos ojos llenos de luz.
El resultado es magnífico, pero tras cada obra puede haber detrás hasta treinta y dos horas de tesón y de probar una y otra vez hasta lograr el trazo más adecuado. El talento local estaba ahí y era hora que lo compartiera.
