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El pasado más antiguo no deja de dar sorpresas y durante esta semana la Universidad de Castilla-La Mancha excava un yacimiento de cazoletas en la zona de La Nava, que ha sido visitado por la concejal de cultura, Ana Belén Mazarro y el director del Museo Municipal, Raúl Menasalvas.

La funcionalidad de estos agujeros tallados en el suelo con una sección semiesférica y planta circular es uno de los grandes enigmas para todo arqueólogo y se barajan varias hipótesis, desde su relación a grabados y pinturas rupestres, a ser marcadores de lugares sagrados, de culto, sacrificios o de las constelaciones del cielo.

La excavación que se desarrolla durante esta semana por un equipo mutidisciplinar dirigido por Víctor López Menchero y Macarena Fernández con estudiantes de la Facultad de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha y el apoyo de trabajadores del Ayuntamiento de Puertollano, dentro del proyecto «Petroglifos y cazoletas de Castilla-La Mancha», financiado por la Junta y coordinado por el profesor de Historia de la UCLM en Ciudad Real, Jorge Onrubia.

Un equipo que también ha estudiado otros espacios rupestres similares de la región en las localidades toledanas de Quero y Villafranca de los Caballeros, así como en Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y Picón.

Agujeros en roca de hierro

En el caso de Puertollano estos trabajos tienen como objetivo conocer la extensión del yacimiento, de ahí que se acometa la limpieza del terreno, para conocer el número aproximado de cazoletas, más allá de las que se ven en superficie, que superan la decena,  con el fin de identificar y datar el período de su realización, que podría ser prehistórico, y en todo caso relacionadas y ligadas al mundo del pastoreo, muy abundante en esta zona de ganadería y agricultura, explicó el técnico David Oliver.

Por el momento no hay respuestas, de ahí el interés por conocer más estos enigmáticos y pétreos agujeros, que tienen una anchura de quince a veinte centímetros y cierta profundidad, aunque lo que más sorprende es que lograran hacerse en una superficie tan dura de roca de hierro, en las inmediaciones del manantial de agua agria de La Nava.

 

 

Un yacimiento identificado en la Carta Arqueológica

Una zona de interés histórico que estaba incluida en la Carta Arqueológica de Puertollano , presentada en el 2013, en la que se detalla un inventario de 58 yacimientos, de los que el 60% corresponden a la Edad del Bronce, período de mayor número de poblamientos en el entorno y los más antiguos asentados en el margen del valle del río Ojailén.

Los poblamientos más antiguos del término municipal corresponden del Paleolítico a la Edad del Bronce. Hay localizados dieciocho yacimientos paleolíticos, diecisiete del calcolítico, veintisiete de la edad del bronce, dos de la edad del hierro, dos del período romano y once de la edad media, como el conocido Castillejo de El Villar.

Un documento se completa con edificios históricos tan conocidos como la parroquia de la Asunción o la Casa de Baños, elementos mineros e industriales (castilletes, poblados de Asdrúbal o de El Poblado), construcciones rurales (antiguo cementerio de El Villar, palomeras, eras, cortijos, albercas y norias), vías pecuarias y caminos, etc.

La Carta propone la protección, por su interés histórico y arqueológico, de una decena de yacimientos y de pinturas rupestres, como es el caso de El Chorrero, que correspondería aplicar al Gobierno de Castilla-La Mancha.

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