La Unidad de Endoscopias Digestivas del Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha iniciado recientemente la realización de exploraciones digestivas mediante la cápsula endoscópica.
Se trata de una técnica que no sustituye a los procedimientos endoscópicos convencionales sino que los complementa, tal y como indica el responsable de la sección de Cirugía Digestiva, el doctor Abdel Bouhmidi.
La cápsula endoscópica, como explica este especialista, está indicada para determinar la causa de hemorragias digestivas de origen desconocido o de anemias ferropénicas que no responden al tratamiento.
También se utiliza ante la sospecha de la presencia de tumores y para certificar la existencia de una enfermedad de Crohn o hacer seguimiento de la misma y valorar una celiaquía resistente a la dieta.
La cápsula mide algo más de dos centímetros de largo y 1,1 centímetros de ancho y está compuesta por una microcámara, un sistema de iluminación y una batería con energía para siete u ocho horas.
Se administra al paciente por vía oral y en su recorrido por el organismo la microcámara va registrando hasta once fotogramas por segundo. Las imágenes se graban en un registrador que el paciente lleva adosado a la cintura. Este cinturón se lleva de forma ambulatoria, lo que permite al paciente continuar su actividad diaria durante el examen.
La víspera el paciente ha de seguir una dieta líquida y mantenerse sin comer ni beber nada en las diez horas previas a la ingesta de la cápsula.
Mientras se realiza la prueba, se recomienda al paciente que siga una dieta blanda y evite los alimentos y bebidas oscuras para no interferir la toma de imágenes mientras la cápsula progresa por el tracto digestivo hasta su expulsión del organismo mediante secreción natural.
Funcionamiento
A primera hora, en torno a las nueve de la mañana, el paciente acude al hospital para que le adhieran unos sensores en la zona abdominal y el disco duro que almacenará las imágenes que capte la cápsula. A continuación, ingiere la píldora, que estará tomando fotos unas ocho o nueve horas, hasta la siete de la tarde.
Al día siguiente, el paciente vuelve al hospital para que le retiren el dispositivo y descarguen las imágenes a un ordenador externo provisto de un software que elabora un pequeño video-clip que es analizado para valorar un diagnóstico.
La principal ventaja de esta prueba es que “podemos explorar zonas del intestino delgado, como el yeyuno o el íleon, a las que no podemos acceder ni con la gastroscopia ni con la colonoscopia”, como explica el doctor Bouhmidi, quien insiste en que la cápsula no sustituye a estas dos pruebas diagnósticas, sino que las complementa.
Aunque se trata de una prueba inocua, cómoda y que no requiere de grandes preparativos, está contraindicada en pacientes embarazadas, cuando se realizan registros cartográficos o de resonancia magnética o se sospecha de una estenosis (oclusión parcial o estrechamiento) de intestino delgado.
A diferencia de la colonoscopia o la gastroscopia, la cápsula endoscópica no permite tomar muestras de tejido para analizar, a pesar de lo cual, y como subraya el doctor Bouhmidi, es una prueba “muy rentable” por los beneficios que reporta.
En términos parecidos se expresa el facultativo responsable de estas pruebas, Roberto Henry Quezada, quien añade que “la cápsula endoscópica ofrece una mayor precisión diagnóstica con un mínimo de molestias para el paciente”.