In Discapacidad, Integración

Una decena de entidades, centros educativos y colectivos de Puertollano podrán crear su jardín vertical con el proyecto “Puertollano se pone verde”, que nace de la colaboración entre Fundación Fuente Agria y Fundación Repsol, a través de su programa Voluntariado Emprendedor, mediante creación de jardines verticales a través de la reutilización y recuperación de los palés procedentes de la factoría de Repsol Lubricantes, con el objetivo de incrementar las zonas verdes y hacer edificios más sostenibles.

Un proyecto en el que están implicados los veintiséis alumnos de los talleres de restauración de madera y jardinería del centro ocupacional de Fundación Fuente Agria, con el que poner en valor a las personas con discapacidad intelectual  a la vez que ofrecer la mejora del entorno natural de Puertollano mediante la utilización de palés residuales para su conversión en jardineras, ha explicado Mercedes García, directora técnica de los centros de día de la Fundación Fuente Agria.

Diez entidades y colectivos podrán elegir el tipo de jardinería y su instalación en el espacio que elijan y disfrutar de una jornada de plantación en la que participarán voluntarios de Fundación Repsol, los usuarios del centro ocupacional Fundación Fuente Agria y la asociación implicada, ha detallado García.

Un proceso en el que los veintiséis integrantes de los talleres ocupacionales se implican de lleno en el proceso de desmontaje de los palés, montaje del nuevo diseño, lijado, pintura y plantación.

Mercedes García, directora técnica de centros de día Fundación Fuente Agria

Una opción redonda

Una apuesta de Fundación Repsol por la sostenibilidad, la circularidad de los productos, de reutilizar, reciclar y gracias a esta colaboración “lo que para nosotros era un residuo  se ha convertido en una oportunidad de trabajo y si a la vez se embellece la ciudad mucho mejor para todos”, ha apuntado Lola Campillo, jefa de aprovisionamiento y logística en Repsol Lubricantes.

Unos materiales que en algunos casos retornables y en otros casos se gestionaba como un residuo en caso de que estuviera deteriorado y “hemos buscado la opción redonda, que se lo lleve la Fundación Fuente Agria, que se reutilice para su reinserción, embellecer la ciudad y por nuestra parte evitamos generar un residuo”, ha indicado Campillo.

Mónica Moreno Pérez, voluntaria Repsol y trabajadora de la factoría de Repsol Lubricantes de Puertollano, señaló que se vio la oportunidad de incluir este proyecto a través de la convocatoria de voluntariado emprendedor de Fundación Repsol y este “Puertollano se pone verde” va a ser una realidad en distintos puntos de la ciudad.

Lola Campillo, Repsol Lubricantes

Generar sinergías

El equipo de gobierno ha apoyado a todas las iniciativas de economía circular en los últimos cuatro años, afirmó Natalia Fernández, concejala de integración y discapacidad, y “estoy muy agradecida que la Fundación Repsol haya contactado con Fundación Fuente Agria y apueste por fomentar el empleo  a través de los talleres de personas con discapacidad intelectual. Se empiezan a crear sinergias entre el voluntariado y la apertura de puertas a los diferentes colectivos de Puertollano”.

Natalia Fernández, concejala de integración y discapacidad

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