In Adolfo Muñiz, alcalde, Prensa, Salud

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incrementado la cartera de servicios del Hospital Santa Bárbara de Puertollano con la creación de una Unidad de Rehabilitación Cardiaca. Un dispositivo integrado por cardiólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas que trabajan de manera multidisciplinar en la recuperación integral del paciente que ha sufrido un síndrome coronario agudo.

La directora gerente del SESCAM, Regina Leal, ha visitado hoy este nuevo dispositivo que viene a reforzar la atención integral del paciente con patología cardiaca, a través del desarrollo de un programa de entrenamiento físico personalizado, además de un programa educativo que le permita incorporarse a su vida con la mejor situación funcional.

El alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, que ha acompañado en su visita a la directora gerente, ha querido destacar la implicación de la Junta de Comunidades de C-LM con Puertollano y el trabajo de los profesionales del Hospital Santa Bárbara «que son los principales protagonistas y artífices de este nuevo servicio».

Alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz
El alcalde y la directora gerente del SESCAM observan la maqueta del nuevo hospital

El primero en la provincia

Regina leal ha señalado que se trata de la primera unidad de este tipo que se pone en marcha en la provincia de Ciudad Real y la cuarta en el conjunto de la Comunidad Autónoma tras las de Toledo, Guadalajara y Cuenca. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha realizado una inversión de 69.000 euros para dotar a esta nueva Unidad del equipamiento necesario y acondicionamiento del espacio para su puesta en marcha. » Este nuevo dispositivo que viene a reforzar la atención integral del paciente con patología cardiaca, a través del desarrollo de un programa de entrenamiento físico personalizado, además de un programa educativo que le permita incorporarse a su vida con la mejor situación funcional. Se trata de la primera unidad de este tipo que se pone en marcha en la provincia de Ciudad Real y la cuarta en el conjunto de la Comunidad Autónoma».

Directora gerente del SESCAM, Regina Leal

Tal y como ha explicado el doctor Francisco Castillo, cardiólogo responsable de esta unidad, será referencia para unos 60 pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también está dirigida a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, pacientes sometidos a una cirugía cardíaca o a una angioplastia coronaria, entre otras patologías.

El programa de rehabilitación cardiaca se prolonga durante ocho o diez semanas y se desarrolla en tres sesiones semanales de una hora, tiempo en el que los pacientes se someten a un programa de ejercicios físicos.

Estos programas se diseñan de acuerdo a las necesidades de cada paciente, para determinar a qué frecuencia cardiaca tiene que ejercitarse. Previamente, se les realiza una prueba de esfuerzo con consumo de gases –ergoespirometría- que permite medir el consumo de oxígeno y la frecuencia cardiaca objetivo en la cual deben entrenarse los pacientes.

“Éste es el umbral en el que trabajamos el programa de rehabilitación personalizado, de acuerdo a los parámetros de cada paciente”. La prueba se repite al finalizar el programa, para evaluar el grado de mejoría experimentado por cada paciente, ha explicado el doctor Castillo.

Asimismo, ha subrayado que la rehabilitación cardiaca es “fundamental para la recuperación integral del paciente que ha superado un proceso coronario agudo”, y contar con este servicio garantiza “que se está ofreciendo el tratamiento completo basado en la evidencia” para reducir la sintomatología asociada y, en definitiva, ayudar a reducir la morbimortalidad de proceso coronarios agudos.

Doctor Francisco Castillo

Hábitos de vida

En esta unidad, además de trabajar la capacidad física, se pretende ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto a controlar los factores de riesgo con el fin de que modifiquen sus hábitos de vida, así como a abordar otros problemas comunes que presentan, como la ansiedad, depresión o incluso orientación acerca de su reinserción laboral. Por ello, a través de charlas se dan pautas de estilo de vida saludable como la necesidad de llevar una buena alimentación, dejar de fumar o realizar ejercicio.

“Se trata -ha explicado el responsable de la unidad- de que el paciente cambie su estilo de vida de manera que pueda incorporarse de manera segura a su vida cotidiana tras sufrir un infarto”.

En este sentido, Francisco Castillo ha explicado que “los estudios han demostrado que los programas de rehabilitación cardiaca pueden reducir la mortalidad entre un 25 y 30 por ciento, además de suponer un importante ahorro de costes por el descenso en la tasa de recurrencias y hospitalizaciones».

Sala de la nueva Unidad de Rehabilitación Cardíaca
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