In Ciudad, Participación Ciudadana

Esta es una selección de imágenes de los primeros años de la democracia en Puertollano, donde se retratan a personas participando activamente en el nuevo modelo democrático de ciudad que hoy celebramos en su 40 Aniversario.

Fotos rescatadas del archivo de José Rueda Villaverde, miembro de la saga Rueda de fotógrafos retratistas vinculados a la historia social y al fotoperiodismo de Puertollano y provincia. Instantáneas en blanco y negro en las que a través de lo cotidiano podemos trasladarnos a un momento del pasado reciente, detectando en ellas rasgos incipientes de los cambios políticos, económicos, culturales y sociales, muchos de ellos hoy sabemos son imparables.

Galería de fotografías del archivo de José Rueda años 78-90.

Los nuevos símbolos aparecen en los lugares comunes, el movimiento obrero abandona la clandestinidad, la movida transforma la juventud y se hace parte de la ciudad, el deporte popular se lanza a la calle, las familias se muestran libres en las fiestas populares…

1. Tres mujeres de edad avanzada esperan inquietas a que los responsables de la mesa electoral encuentren su identificación en el censo electoral para poder ejercer su derecho al voto. Después de tres procesos electorales en el periodo de un solo año (Constituyentes, Referéndum Constitución Española y Elecciones Municipales), los puertollanenses a finales de los ochenta ya acudían a los colegios electorales (en la fotografía el colegio Tierno Galván en las primeras Europeas de 1989) con naturalidad. Muy pronto ellas se hicieron protagonistas, la Constitución de 1978 reconocía el Sufragio Universal, que consagra el derecho al voto independientemente de su procedencia, raza, sexo, creencias o condición social. Las mujeres durante los años de dictadura tuvieron limitados sus derechos y participación política, pero nuestras vecinas en poco tiempo hicieron casi cotidiano el hecho de ejercer su voto en libertad.

2. Los símbolos que reivindicaban libertad recuperaron protagonismo en el espacio urbano. Jóvenes del Instituto Fray Andrés, algunos hoy artistas locales reconocidos, tomaron pinceles y brochas alzándose sobre el andamio para dibujar, en las paredes del hasta entonces denominado Gimnasio Municipal ”General Moscardó”, el cuadro más universal de Pablo Picasso que representa al fascismo y sus víctimas, inspirado en el ataque aéreo nazi que en día de mercado arrasó el pueblo vasco de Guernica.

3. Las calles y avenidas más importantes de Puertollano se convierten en el escenario del movimiento obrero, de la acción de sindicalistas y políticos antes proscritos, que dejado atrás el aliento de los “grises”, abren orgullosos la manifestación del Primero de Mayo celebrando el Día Internacional de los Trabajadores. Se deja de lado la clandestinidad para levantar sus banderas, aferrarse orgullosos a sus pancartas que muestran públicamente consignas sobre reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras, sin miedo, en libertad, junto a hijos y nietos, en fiesta, en defensa de la justicia social y la igualdad.

4. Muy pronto la libertad despertó una etapa de creación artística, musical y cultural que transformó Puertollano. La impaciencia juvenil hizo que “La Movida” llegara a la ciudad y muchos no estuvieron preparados para ello. Su kilómetro cero fue el Gimnasio Municipal de la calle Copa y la zona de daños colaterales cualquier espacio de alterne o marcha nocturna. En esta ocasión “Los Nikis” lanzaban un ‘selfie’ tras un directo ramoniano en uno de los festivales que aún recuerdan clientes habituales del Moto Club, la Corredera, la Oca o el resistente Disco-Pub La Luna.

5. Los niños y niñas de Puertollano, de sus barrios, utilizaban de forma febril la bicicleta, al inicio de los ochenta ya asequible a la aún débil economía familiar (en 1980 la renta per capital según el Banco de España no superaba los 6.000 € – 1 millón de las antiguas pesetas). La bici era parte de sus juegos pero sobre todo el medio de transporte para transitar y descubrir la ciudad. El nuevo asfaltado en los barrios altos, el Carmen, Las Mercedes o Santa Ana, permitían descender a tumba abierta enganchados a los frenos y hacían la delicia de los hermanos Ocaña, especialistas en reparaciones y cambio de cubiertas o pastillas de freno de una colección de bicicletas con marcas aún reconocidas BH, Motoretas, GAC, Orbea… Y no sólo eso, la calle era el escenario perfecto para la chavalería, donde jugar entre bordillos al balón, las canicas, al trompo, al balón prisionero, la goma, la comba, el pañuelo, los cromos, el escondite… En la imagen los niños y niñas atienden al empleado municipal que da instrucciones sobre el recorrido en el Día de la Bici.

6. La minería es una continúa fuente de conflictos laborales en una ciudad en reconversión industrial. Los trabajadores ejercen su derecho a la Huelga, reconocido en defensa de sus intereses en el artículo 28 de la Constitución Española de 1979. En Puertollano los piquetes tuvieron habituales enfrentamientos con los Cuerpos de Policía Nacional, los ‘maderos’, llamados así por su vestimenta marrón, que en sus ‘Lecheras’, vehículos del mismo color algo más claro, acudían a proteger los accesos a las instalaciones. En la imagen, la huelga de trabajadores de 1989 en la actualmente desmantelada mina EMMA de la Empresa Nacional Carbonífera del Sur (ENCASUR). A finales de los noventa se creo el Instituto para la Reestructuración de las Zonas Mineras y el desarrollo Alternativo de las Comarcas del Carbón (conocido como ‘Plan Miner‘), del que la ciudad recibe fondos para desarrollar economías y actividades alternativas al carbón.

7. De la nueva visión política en la ciudad nacen las Escuelas Deportivas Municipales que complementaron la labor educativa de los centros escolares. Un esfuerzo de muchas personas hoy reconocible en apellidos como Sánchez Menor, Serrano, Casimiro, Cañizares, Caballero o Eiroa… Todos ellos fueron responsables de trasmitir la pasión por el deporte a los niños y niñas de Puertollano, así como valores personales y cívicos, tales como el cumplimiento de las reglas acordadas, el respeto al rival o la voluntad de participar en actividades colectivas, muchas de las veces también al margen del resultado.

8. Bien arreglados y delante de los ‘cacharritos’, una foto habitual para muchas de las familias puertollanenses de la época. Esta vez en la Feria de Septiembre de 1979. En los años 70 y principio de los ochenta las atracciones feriales se situaban en la zona del Paseo conocida como “El Bosque”, entre la Ermita de la Virgen de Gracia y el Paseo San Gregorio. En la Feria y ferias patronales ese espacio urbano se transformaba pasando de ser una explanada de tierra para aparcar camiones y autobuses urbanos a un Recinto Ferial de luz y color donde situaban las casetas de feria, el Palacio Azul, el Teatro Chino, los coches topes, la noria, los tío vivos,…, en el mismo centro de la ciudad. A partir de los años noventa el crecimiento de la Feria y la necesidad de espacios para la seguridad de sus instalaciones hizo que el Recinto Ferial se trasladara al lugar actual en plena barriada de Fraternidad.

9. En cadena, pequeños y mayores, unidos para defender nuestra arboleda más preciada, más allá del valor paisajístico, como elemento central para una ciudad más habitable. La ciudadanía comprometida con el medio ambiente pronto descubrió la fuerza de la participación ciudadana como herramienta en defensa del Patrimonio Natural, bastante tiempo antes que la duquesa de los ascensores. El Paseo San Gregorio fue objeto de una controvertida transformación urbanística de Puertollano, a principio de los años 90 todos ellos se convirtieron en héroes ciudadanos precursores de los actuales Planes de Arbolado Urbano que, de forma conservada, tratan adecuadamente la superficie arbolada que disfrutamos hoy en nuestro Paseo y entorno urbano.

10. Pero si hay algo que no ha cambiado en estos 40 años es que seguimos disfrutando los cumpleaños en familia, muchas veces alrededor de nuestros mayores como en esta estampa familiar. Eso sí, hemos cambiado el brandy y el anís por cerveza sin alcohol, bebidas azucaradas e isotónicas. Nuestros mayores cada día tienen una vida más larga, autónoma y activa, a la vez que la ciudad y los servicios municipales han multiplicado los recursos asistenciales que han mejorado la calidad de vida, la salud, la participación y su seguridad.


Noticias relacionadas

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información sobre cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Danzas Fuente AgriaEnsayo solidario de las cofradias