Puertollano acompañó a doña Sardina hasta su último aliento que no pudo sobreponerse a la llegada de doña Cuaresma en pleno Miércoles de Ceniza. Cientos de vecinos se echaron a la calle a dar el adiós que siempre deseó, multitudinario, de riguroso luto y entre gritos y llantos.
Cerca de las seis y media de la tarde partía el cortejo fúnebre desde la glorieta Virgen de Gracia, esta vez con un recorrido más amplio a lo largo del Paseo de San Gregorio, que iniciaba la música de los Tatúm Tatúm, charanga a la que siguieron las bellas y apenadas viudas del Centro de Mayores I que escoltaban a doña sardina.
Los carnavaleros integrantes de Aldabón también llevaron la suya de cuerpo presente más apañada aún en el interior de un ataúd sobre carroza, que una vez más se implican de lleno en esta celebración al igual que otros colectivos como Porrascazos Blu Bla y Purpurina.
260 kilos de sardinas
A la llegada a la Concha de la Música todos los participantes y todo el que quiso unirse fue recompensado con cerveza, refrescos y una sabrosa sardina tamaño XL preparada a la plancha por los inquietos y afamados cocineros de la peña Cohete Sport, que no fallan ningún carnaval al frente del fogón.
Una tarde larga en la que para curar las penas se consumieron 260 kilos de este pescado azul gracias a la generosidad de los feriantes que durante estos días festivos abren sus atracciones y puestos en el Paseo.
Un punto y final a la programación de carnaval con el concurso de plañideras y llantos que no se perdieron la concejal de turismo, Petra Sánchez, y el concejal de festejos, Jesús Caballero, con chupete al cuello y ataviado igual igual que los “Agítese antes de usar”, murga que después llenó de canciones algunos de los establecimientos del centro.
