In Economía y Empresas

La parada 2018 del Complejo Industrial de Repsol en Puertollano ha iniciado uno de sus momentos clave: la ejecución de los trabajos para el desarrollo del proyecto de la unidad de Coker, en el área de Conversión.

Esta actuación, que contribuye a la eficiencia y competitividad del Complejo Industrial,es un proyecto muy esperado y que nos ilusiona por los resultados que esperamos del mismo”, explica Juan Carlos Baos, jefe de Conversión. El conjunto de trabajos que se van a ejecutar en la planta van a situarlaentre las más competitivasdel sector, más eficientes y más seguras en la operación.

La unidad de coker produce carbón como subproducto último del petróleo y esta obra consistirá en sustituir el sistema manual de cierre y apertura de fondo de las cámaras por un sistema automático.

Últimas tecnologías

El objetivo principal de este proyecto es conseguir una mejora significativa en el proceso de apertura y cierre. Para ello, se están implementando las últimas tecnologías que hay en el mercado para este tipo de unidades, y de esta manera Repsol “da un claro paso, igual que en otros complejos como en Cartagena y en Bilbao, en conseguir un proceso mucho más seguro, mucho más rápido y sobre todo que da mayores garantías a la labor de las personas que allí participan”, explica Raúl Ferreiro, jefe de Construcción del Complejo Industrial de Puertollano.

Este novedoso sistema, que consiste fundamentalmente en la instalación de válvulas de apertura y cierre automático en el fondo de las cámaras, que se conocen como UnheadingDevices en las tres cámaras de coker, minimiza riesgos porque evita la manipulación directa, y su principal misión es convertir un proceso manual en un proceso mecánico., que hasta ahora venía siendo manual en un corte automático.

 

 

Repsol invierte más de 19 millones de euros

 La ejecución de un proyecto de esta envergadura es de gran complejidad y que los trabajos se desarrollen con la máxima seguridad es uno de los objetivos principales durante la ejecución del mismo.

La coordinación entre las áreas que intervienen en estos trabajos,  Operación, Paradas y Construcción es absoluta ya que es necesario mantener las condiciones operativas sin afectar a la seguridad. Para conseguir esto, la interacción entre las personas que ejecutan los trabajos y los operadores es continua.

Diariamente se repasan los trabajos que se van a ejecutar y se identifican las interferencias con otros trabajos. Igualmente, a diario se realiza un seguimiento de los mismos y se coordinan con las operaciones de la unidad.

Junto al P61 se van a ejecutar otros proyectos que robustecerán la unidad, situándola cerca del nivel de las más avanzadas. “Estamos convencidos que nos ayudará a mejorar nuestra eficiencia y conseguir que el Complejo Industrial de Puertollano mejore aún más su competitividad”, añade el jefe de la unidad de Conversión, Juan Carlos Baos.

La obra se va a completar con el aislamiento de las cámaras del sistema de antorcha. El objetivo fundamental es mejorar la seguridad de la planta ya que cada 12 horas se procede al cierre y apertura de las cámaras que en un futuro se harán automáticamente. Además se evitan riesgos minimizandola posibilidad de derrames de carbón o proyecciones de agua caliente.

Repsol ya dispone de esta tecnología en otros Complejos Industriales del país y el objetivo es implementarlo en el de Puertollano.

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