Un grito de las mujeres que ya no tienen voz en un minuto de silencio en la plaza de la Constitución en recuerdo de cada una de las víctimas de violencia de género y con el que se ha exteriorizado el apoyo ciudadano e institucional.
Un manifiesto en las voces de Manoli Sánchez (Asociación de Amas de Casa “El Timón”), Nieves Ocaña (UGT), Ana Valderas (Asociación Santa Agueda), Gracia Casado (Partido Popular) y Jesús Manchón (Izquierda Unida).
Un acto coordinado por el Centro de la Mujer en conmemoración del día contra la violencia de género a la que asistió la alcaldesa, Mayte Fernández, una amplia representación de ediles distintos grupos municipales, la diputada nacional, Isabel Rodríguez, el diputado regional Miguel Angel González, colectivos, trabajadores municipales y ciudadanos en general.
El manifiesto
Un manifiesto que reconoce que la violencia de género es un grave problema social que además de segar cada año la vida de decenas de mujeres, también somete a miles de víctimas a diversas formas de maltrato, al aislamiento e incluso a la incomprensión por parte de su entorno.
Un texto en el que se apela a la prevención, a la educación y a desterrar el machismo que se manifiesta en todos los ámbitos de la vida y todas las expresiones comunicativas y culturales – el lenguaje, la publicidad, los canales audiovisuales, las redes y medios sociales, las canciones, los videojuegos, las artes, etc.
Políticas preventivas y atención integral
Un manifiesto con el que se exige el impulso de políticas de igualdad; la atención integral que contemple las necesidades de las víctimas en todo el proceso de salir de la violencia con presupuestos acordes; educar en igualdad para incidir en la construcción cultural de las identidades de chicas y chicos desde la autonomía y el respeto.
También denuncia la cobardía del recurso a “las denuncias falsas”, como una forma de quitar fuerza y sentido a las leyes de protección; y la mezquindad de un sistema machista que siembra la sombra de la duda sobre la víctima. “Las violaciones, los asesinatos de mujeres y de sus hijos e hijas, debemos ser conscientes de que son el último gesto de una gran cantidad de gestos menores que se dan en el día a día en la vida cotidiana, que no son crímenes pero que pueden llegar a serlo si no hacemos por remediarlo”.