María Esther Pegalajar, la primera mujer que dirigirá la Comisaría de la Policía Nacional de Puertollano, ha visitado a la alcaldesa Mayte Fernández para presentarse y mantener una primera toma de contacto, a la vez que ponerse a disposición de la ciudad.
A partir de ahora desempeñará temporalmente el puesto de jefe de la comisaría de la policía nacional de Puertollano, aunque su puesto es el de jefe de la brigada local de policía judicial. En la visita han estado también presentes el comisario Miguel Rufino Méndez, Jefe de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Ciudad Real; el que ha estado accidentalmente en los últimos meses al frente de la comisaría local, José González, así como el concejal de seguridad, Carlos Mora.
María Esther Pegalajar llega desde Jaén, de donde es natural, y ha pasado antes por diversos destinos como Hospitalet de Llobregat o Marbella. Es licenciada en Derecho y viene cargada de ilusión a una ciudad de la que tiene buenas referencias y que le ha causado una muy grata impresión.
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Fluidez en las relaciones y coordinación de las Fuerzas de Seguridad
La alcaldesa le ha dado la bienvenida y ha manifestado su satisfacción porque por primera vez en la historia de la ciudad una mujer vaya a estar al frente de un cuerpo de seguridad, en este caso la policía nacional.
Ambas han quedado en mantener una relación fluida y de colaboración en bien de la ciudad, con el objetivo común de establecer una mejor relación con el ciudadano y prestar un servicio de prevención y protección más eficaz a todos los puertollanenses.
Mayte Fernández ha subrayado la colaboración y coordinación entre policía local y nacional y ha apelado a su profesionalidad y empeño para garantizar la seguridad de los ciudadanos y en la lucha contra la delincuencia.
Primera mujer al frente a la Comisaría
La inspectora jefa de la Brigada de Policía Judicial, en funciones de comisaria hasta que se cubra la vacante, además de pionera en Puertollano, es también la primera mujer en estar al frente de una comisaría de la provincia. En su último destino en tierras jiennenses llevaba temas relacionados con extranjería, después de una carrera cuyos principales puntos de inflexión han sido su ingreso en la academia de policía de Avila en 1997 y su ascenso a inspectora tres años después.
María Esther Pegalajar ha declarado que está muy contenta con este ascenso así como su disposición a trabajar en su nuevo destino para mejorar la labor de la Policía Nacional. Aunque mujer pionera, cree que ha gozado de las mismas oportunidades profesionales que los demás compañeros, aunque comentaba con la alcaldesa la sustancial progresión que las mujeres han experimentado dentro del cuerpo nacional de policía en las últimas décadas.
